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Winny
Winny
13 years ago

Philippe de ferrari

El conde Arnold Philippe de la Renotiere von Ferrari fue un personaje notable en la historia de la filatelia. En vida, su nombre llegó a alcanzar ribetes míticos, y actualmente, cuando se lo menciona, se lo asocia inmediatamente a la colección de sellos mas grande que particular alguno haya logrado reunir.

Philippe nació en Austria en 1848 y era hijo de la duquesa de Galliera. Su cuantiosa fortuna provenía de la herencia acumulada desde la época de su abuelo, un banquero genovés, célebre usurero famoso por su avaricia, que, según se decía, había muerto encerrado en la cueva donde acumulaba sus tesoros mientras recontaba sus monedas de oro.

Del padre de Philippe, el príncipe de Lucedio, se cuenta que, antes de morir, entregó a su esposa la llave de una biblioteca a la cual solamente él tenía acceso. En la misma, su viuda encontró 300 volúmenes lujosamente encuadernados. Al revisar el contenido de los libros su sorpresa fue mayúscula cuando comprobó que cada uno de ellos contenía 1000 billetes de 1000 francos. En total, la biblioteca convertida en original caja de caudales, contenía la nada despreciable suma de doce millones de libras esterlinas.

El joven Philippe no solo heredó el dinero de sus antepasados. También cargó con la obsesión de acumular cosas de valor, con la variante que se hizo coleccionista de estampillas y monedas.

A los 10 años de edad inició su colección de sellos, adquiriendo en un comercio de Berlín las estampillas de Hanover que "…tenían la cabeza del rey…", según él mismo contaba al relatar el comienzo de su afición.

Cinco años después conoció en París, ciudad donde fijaría su residencia habitual, a Pierre Mahé, un famoso comerciante de sellos y uno de los mayores expertos de aquella época en el tema. Depositó en él una confianza casi ciega y, siguiendo sus consejos, compró cuanta estampilla se le ofreció. En el año 1874 nombró a Mahé su secretario y le encomendó la ardua tarea de ordenar la ya incalculable colección.

Prácticamente todos los días compraba sellos con un insaciable afán de llevar su tesoro a límites inalcanzables. Se propuso tener un ejemplar de cada uno de los sellos emitidos en el mundo.

En su palacio ubicado en la calle Varenne 57 de París, había dispuesto junto a su escritorio, un marco de madera en el cual semanalmente colgaba billetes por 50.000 francos, suma asignada para la compra rutinaria de estampillas. Tenía además, agentes en las principales ciudades del mundo, encargados de adquirir para él todas las piezas filatélicas que se les ofrecieran.

Con semejante voluntad y el respaldo económico del que disponía, no fué nada extraño que los sellos mas raros del mundo llegaran a su poder. Piezas únicas como el "centavo magenta de la Guyana Británica" y el "3 skilling amarillo" de Suecia formaron parte de su colección. Por el primer sello pagó 150 libras esterlinas a Thomas Ridpath, un comerciante de Liverpool. Dicha suma era exorbitante para la época, pero ridícula comparada con el último valor que alcanzó la estampilla hace unos pocos años en Nueva York: 935.000 dólares.
Por el segundo pagó 400 libras al comercio vienés de Sigmund Friedl. Su valor actual supera los dos millones de dólares.
También formaron parte de su colección uno de los tres ejemplares conocidos del error de color verde del 9 kreuzer de Baden y hasta 7 sellos de los "Post Office" de las Islas Mauricio.

Permanentemente viajaba por las principales ciudades de Europa, ansioso por aumentar sus colecciones. Frecuentemente visitaba Berlín, Viena, Bruselas y Londres, entre muchas otras ciudades, y en todas partes compraba. No solo adquiría sellos auténticos, no tenía problemas en comprar estampillas que sabía que eran falsas dejándose embaucar por vendedores inescrupulosos.

Durante la Primera Guerra Mundial, se refugió en la neutralidad de Suiza, país donde murió en 1917. En su testamento, heredó su colección al Museo Postal de Berlín, pero su póstumo deseo no pudo ser cumplido. Después de finalizada la guerra, el gobierno francés se incautó de la colección del conde alegando que era propiedad enemiga y dispuso la subasta de estampillas y monedas como compensación de deudas de guerra. El remate del tesoro filatélico duró tres años y se obtuvo por el mismo mas de 400.000 libras esterlinas.

De haberse mantenido esta fantástica colección hasta nuestros días, no solamente sería la colección mas grande jamás imaginada, sino que su valor económico sería incalculable.

La imagen del conde aparece en un sello de 30 rappen color rojo-marrón integrante de la serie Grandes filatelistas y pioneros de la filatelia (I) emitido por Liechtenstein en 1968 (Yvt. 452)

Mike-Bell
Mike-Bell
13 years ago

Vaya historia más interesante, no conocía a este señor, pero esta claro que en esto del coleccionismo el dinero es clave.

Winny
Winny
13 years ago

Pues sigo con historiassmiley

Winny
Winny
13 years ago

Sabeís que la filatelia es Afición de reyes y reina de las aficiones. Muchos monarcas y jefes de Estado se sintieron atraídos por la filatelia. Y aunque muchas colecciones reales desaparecieron con sus creadores.

Entre todas las colecciones reales destaca, la británica, que contiene prácticamente todos los sellos de la vasta Commonwealth, desde el primer timbre del mundo, el penique negro inglés de 1840, hasta rarezas inaccesibles en nuestros días, como son los ejemplares de Mauricio de 1847.

PRINCIPE ALFREDO

La colección real británica fue iniciada en 1856 por el príncipe Alfredo (más tarde duque de Edimburgo), según hijo de la emperatriz Victoria, y el príncipe de Gales (más tarde Eduardo VII).

JORGE V

En 1904 había adquirido ya el penique rosa y el dos peniques azul de la primera emisión de Mauricio, hoy piezas fulgurantes en el olimpo filatélicas. Le apasionaba el diseño de los sellos y no es de extrañar que la colección real contenga multitud de dibujos y bocetos de artista de los sellos emitidos por la metrópoli y el Imperio.

Tras su muerte, la colección fue continuada por Jorge VI

EL REY DE ESPAÑA ALFONSO XIII

Desde muy joven se sintió atraído por la filatelia, a la que consideraba

Alfonso XIIIvisitóa la primera Exposición Filatélica Nacional, celebrada en Barcelona en 1930, aunque se ignora si sus sucesores continuarían alentando esta afición.

HUMBERTO II

Se sintió asimismo atraído por la filatelia, aunque no demostró un especial ardor coleccionista. Visitó con frecuencia el Instituto Poligráfico de Roma, donde se interesó por la producción de los sellos italianos. También se sabe que se interesaron por los sellos Alejandro III y Nicolás II, zares de Rusia, y el rey Prapjadhjpok de Siam, entre otros monarcas.

CAROL DE RUMANÍA

Otro gran coleccionista de la primera mitad del siglo XX fue el rey Carol de Rumanía. Descubrió su afición siendo niño, cuando a los cinco años le regalaron su primer álbum de sellos. Mantuvo estrechas relaciones con comerciantes y coleccionistas de su época y logró reunir una valiosa y extensa colección de sellos, con muchas piezas únicas.

EL REY DE EGIPTO FARUK

El catálogo de la colección real de Egipto describía una de las mayores colecciones de la época. La venta supuso una realización total de 115.160 libras esterlinas de 1954.

EL PRINCIPE RAINIERO

Por último, sería injusto omitir de este plantel de filatelistas regios a un gran coleccionista principesco de nuestro tiempo. Se trata de Rainiero II de Mónaco, propietario de una fabulosa colección de sellos ypromotor creando un magnífico museo postal, filatélico y supervisa personalmente todas las emisiones de sellos del Principado. La colección que heredó el príncipe se había iniciado en 1912 y la engrandeció su padre, Alberto I.


Winny
Winny
13 years ago

Entre los más famosos coleccionistas del mundo se cuentan el rey Jorge V de Inglaterra, que formó la colección de sellos de Gran Bretaña y todas las colonias del Imperio Británico, más rica del mundo.

Thomas K. Tapling Su colección de sellos de Inglaterra fue considerada en aquella época como una de las más valiosas del mundo, legándola al Museo Británico. Aún en la actualidad esa colección es la más rica que se exhibe en público.

Alfredo H. Caspary, fue un hombre de negocios de Nueva York, que dedicó grandes recursos económicos a incrementar su colección. Llegó a adquirir la fama de ser uno de los más importantes filatelistas.

Philippe La Renotiere, francés, pasó a los anales de la filatelia como el individuo que poseyó la colección de sellos más grande y más rica del mundo, en su época. Cuando terminó la Primera Guerra Mundial, Francia incautó la colección.

Mike-Bell
Mike-Bell
13 years ago

¿Tienes alguna historia interesante sobre otros coleccionistas? Podríamos hacer un blog con articulos interesantes :)